Revista Economía No. 228 abril – junio 2021

Presentación

El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), se complace en presentar la Revista Economía No. 228, (trimestre abril-junio 2021) la cual incluye artículos relevantes sobre temas económicos y sociales que durante el año 2020 se manifestaron en el entorno de la pandemia covid-19.

Contenido

La política económica con carácter inclusivo como alternativa a la crisis generada por la pandemia COVID-19
Carlos Morales López

La política económica consiste en la manipulación deliberada de ciertos medios con el objeto de alcanzar ciertos fines económicos.
Jean Tinbergen
Premio nobel de Economía 1969


La actividad económica mundial, se vio reducida considerablemente por la pandemia COVID-19 desde el primer trimestre de 2020 y sus efectos aún no son cuantificables en el corto y largo plazo. Las economías desarrolladas manifestaron una reducción en la demanda mundial de materias primas; provocando alteraciones en las cadenas de suministros en los mercados agrícolas globales. Los países proveedores de materias primas, como Guatemala, fueron afectados seriamente por esta contracción en la demanda y esperan la recuperación económica para 2021 con tasas de crecimiento muy cercanas, posiblemente, a las de 2019.

Según la Comisión Económica para América Latina1 (CEPAL) los precios en el sector agrícola y agropecuario tendrán una variación de -5.9% durante 2020 y estima que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para América Latina será de -9.1%, para Centroamérica -6.4% y para Guatemala -4.1%. Según estimaciones y proyecciones realizadas por el Banco Mundial en junio de 2020 el escenario para Centroamérica tendrá una conducta muy parecida porque los indicadores de la actividad económica pueden variar según el manejo de la pandemia y las medidas adoptadas para amortiguar la caída de la actividad productiva (ver tabla 1)

El crecimiento económico de Guatemala y sus principales limitantes, en el ambiente del covid-19
Edgar Marroquín López

1. El panorama general.

Guatemala vive en una crisis socioeconómica permanente la cual afecta a la mayor parte de la población guatemalteca; la pandemia del coronavirus lo que hizo fue exacerbar esa crisis, desnudando una serie de calamidades por las cuales atraviesa la población más necesitada, vulnerable, marginada, en condiciones de pobreza, pobreza extrema y miseria. Campean en la sociedad guatemalteca el desempleo, el subempleo, la pobreza, el empleo informal, las migraciones ilegales, la exclusión, el hambre, la desnutrición crónica infantil, la falta de acceso a los sistemas de salud y protección social, entre otros. A la vez, la presencia de la pandemia también revela y exacerba la presencia de factores estructurales que se configuran como verdaderos obstáculos permanentes al crecimiento y desarrollo social del país.

La “sólida” estabilidad macroeconómica del país se vuelve vulnerable ante la crisis derivada de la pandemia sanitaria existente. La supuesta supremacía del mercado y de su mítico poder equilibrante y auto regulador de la economía, mostró su debilidad sustantiva; demandando ahora sí, y como en muchos otros repetidos casos, la intervención del Estado en el rescate de la actividad económica y de las mismas empresas privadas.

Programas de gobierno ante la pandemia del Coronavirus COVID-19
-La experiencia del Fondo Bono Familia y el Fondo de Protección del Empleo-
Herlem Reyes López

1. Introducción

La crisis generalizada a raíz de la pandemia provocada por el coronavirus COVID-19, ha desvelado retos y desafíos para la mayoría de gobiernos a nivel mundial. El saldo de personas contagiadas y/o fallecidas por el virus al cuarto trimestre de 2020, da cuenta que ningún país estaba preparado para enfrentar una situación de tal magnitud. Tanto países con economías desarrolladas como en desarrollo, han visto colapsados sus sistemas de salud. La disponibilidad de camas, personal médico y de medicamentos para atender situaciones de emergencias sanitarias, han sido insuficientes ante el elevado número de pacientes contagiados, de los brotes recurrentes y de la gravedad de las afecciones que provoca este tipo de virus.

De acuerdo con la Alerta Epidemiológica emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con fecha 9 de octubre de 2020, se estima que “desde la confirmación de los primeros casos de COVID-19 hasta el 5 de octubre, se han notificado a nivel global 35,109,317 casos de COVID-19, incluidas 1,035,341 defunciones”.1 Se menciona, además, que del total de contagios y defunciones a nivel mundial, la región de las Américas concentra el 49% y 55% de los casos respectivamente, señalando un incremento de los mismos, en 10 de los 54 países y territorios de la región durante los últimos sesenta días.

Los bonos sociales y la ampliación presupuestaria para mitigar la pobreza en Guatemala, exacerbada por la pandemia SARS-COV-2
Axel Ruch Molina

Introducción

La pobreza en Guatemala, como la corrupción, se consideran “normales”, y quienes salen beneficiados o quienes son los encargados de combatirla tratan de ocultar o negar su existencia, de acuerdo con el andamiaje jurídico-legal estatal elaborado para el efecto; y si no logran ocultarlas, entonces tratan de justificarlas achacándole su presencia a quienes la padecen. Nunca es aceptado, por el grupo oligárquico que ejerce el poder real y sus gestores en el gobierno, que ejercen el poder formal, que la pobreza y la corrupción son producto de una estructura económica, ajustada a un capitalismo dependiente, donde la característica fundamental es la acumulación y posesión de la riqueza por un pequeño grupo oligárquico, surgido de la sangrienta conquista de los pueblos originarios del país y que hasta la fecha prevalece dominante, ejerciendo su influencia política, económica, social y menosprecio sobre los descendientes de aquellos pueblos.

Como producto de la dicha situación y a pesar de que Guatemala es un país con suficientes recursos naturales como para que toda su población pueda satisfacer sus necesidades básicas y tener una vida digna, la situación económico social de cerca del 80.0% de sus pobladores es de pobreza, bajo la cual les es difícil satisfacer sus más elementales necesidades, al amparo de un modelo económico que reproduce los problemas estructurales que tuvieron inicio desde la colonia, época en la que los habitantes originarios vinieron a ser desplazados y expropiados de sus medios de vida y pasaron a ser, por la fuerza, los creadores de la riqueza para goce y disfrute ajeno.