Boletín “Economía al día” 8/2011

LA CONTINUIDAD DE LOS PROGRAMAS SOCIALES COMO PRINCIPAL ATRACTIVO DENTRO DE LA CONTIENDA ELECTORAL GUATEMALTECA 2011

Autora: Herlem Isol Reyes López


La persistencia de la pobreza dentro de grandes segmentos de la población, ha propiciado a nivel de países latinoamericanos como el caso de Brasil, México y Perú, el surgimiento de una nueva visión de políticas y programas sociales que tiendan a reducir los efectos negativos de las fluctuaciones del ciclo económico y sus crisis. Entre ellos, los programas de transferencias condicionadas, cuya principal virtud radica en la focalización de una ayuda financiera a las familias que se encuentran en mayor pobreza1, en el sentido de promover y satisfacer mínimos sociales básicos.

En Guatemala, los programas sociales coordinados a través del Consejo de Cohesión Social, entre los que destacan, el Programa Mi Familia Progresa (MIFAPRO) y el Programa de Bolsa Solidaria, figuran como el mecanismo central de la política pública utilizada por el Gobierno Central durante los últimos cuatros años de gestión gubernamental (2008-2011). Estos Programas se traducen en políticas sociales compensatorias para atender a familias en situación de pobreza y pobreza extrema que residen en el interior del país y áreas marginales de la ciudad capital.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PROGRAMAS SOCIALES

Las nuevas orientaciones sobre el desarrollo social impulsadas a través de la agenda de organismos internacionales, sugieren el incremento del capital humano y capital social2, basándose en políticas de Estado que tiendan a complementar lo económico y lo social. Por un lado políticas de Estado en educación, salud, nutrición, cultura, etc., y como centro de esa interrelación, sinergias para la creación de empleos y de ingresos adecuados, ya que los programas sociales positivos, no son sostenibles sin cambios estructurales que reduzcan la vulnerabilidad externa.