Boletín “Economía al día” 7/2011

LA VIOLENCIA ECONÓMICA, ¿UN ANACRONISMO?

Autor: Axel Ruch Molina


En el año 1985, cuando quien escribe cursaba el sexto semestre de Economía en la Universidad de San Carlos, en el curso de Doctrinas Económicas se contemplaba el punto acerca de la Violencia económica, en ese entonces el catedrático de esa materia eliminó del programa dicho contenido con el pretexto de que era un punto desactualizado y por lo tanto sólo se perdería el tiempo en su análisis.

Aunque antes de llegar a aquel punto de la carrera académica ya habíamos leído algo al respecto de ese contenido programático, aún se estaba haciendo el esfuerzo de integrar el conocimiento para contar con criterios ideológicos firmes y una buena formación profesional y además, algo esencial, no se contaba con información actualizada no sólo por la falta de los recursos necesarios sino por la actividad laboral cotidiana que desarrollábamos, no totalmente ajena al tema, pero que, como se ha vuelto el trabajo individual, nos enclaustraba y enajenaba en una serie de actividades repetitivas perniciosas al pensamiento; además del sometimiento al bombardeo2, como sigue ocurriendo, de información tergiversada desplegada por los medios de comunicación de masas que sirven para sostener el sistema y, repetimos, con insuficientes recursos para acceder a la información pertinente para analizar críticamente aquélla desinformación y obtener una explicación realista de la situación.

Reflexionando en cuanto a la importancia y actualidad del tema de la violencia económica, nos preguntamos si hace 26 años ese tema estaba desactualizado entonces en esta época no debería ni mencionarse pues es un concepto que lógicamente ya estaría superado y no tendría ningún efecto en las relaciones sociales de hoy y, no se diga, el futuro de la sociedad. Pero nace la inquietud por ese concepto, en virtud que en la realidad actual se observa su vigencia y su crudeza en las relaciones actuales, y habrá que destacarla de la violencia en general, que es un comportamiento impregnado en la sociedad y con el que hay que convivir diariamente.