Boletín “Economía al día” No. 2 febrero 2023

La economía guatemalteca y sus perspectivas

Autor: Lic. Franklin Roberto Valdez Cruz


Introducción

La actividad económica global para este año 2023 se vislumbra muy incierta, por lo que los pronósticos de las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional -FMI- y el Banco Mundial -BM-, nos muestran cifras de un descenso de 2.9% (p. 3), 1.7% (p. 4) respectivamente, derivado de acontecimientos económicos como la recesión mundial que se ha gestado y se torna más amenazante en este y los siguientes años, con una agudización económica-político-militar e ideológica, provocada por el enfrentamiento por la hegemonía mundial, entre el nuevo ordenamiento mundial multipolar que se impone de manera inexorable, sobre el viejo sistema unipolar, que se ha desarrollado desde el final de la segunda guerra mundial y llegó a su máximo esplendor en todo el planeta desde principios de la década de los años noventa del pasado siglo XX, con el derrumbe del imperio soviético y, con ello, el final de esa primera guerra fría que nos acompañó en la segunda mitad de dicho siglo.

En este contexto, nuestro país como parte integrante de la formación socioeconómica capitalista, no está exento de esa contradicción, por lo que las consecuencias se hacen notar indubitablemente, máxime el carácter de dependencia y subdesarrollo que históricamente nos han impuesto, sin que se atisben manifestaciones fenoménicas de una transformación social cualitativamente superior, por lo que es de esperarse la persistencia de la estrategia neoliberal a la que se nos sometió desde hace cuarenta años, con los resultados inobjetables que se reflejan en las estadísticas oficiales, que no pueden ocultar la dramática realidad en que subsiste la mayoría de guatemaltecos.

En estas circunstancias, el comportamiento de la economía de este país depende en gran medida de condiciones externas, principalmente del país imperialista del norte del continente americano, que mantiene su hegemonía sobre nuestra nación, lo que aunado a la profundización de las enormes desigualdades económicas y sociales internas, no es de esperarse que tengamos resultados diferentes a los que hemos experimentado en nuestro largo calvario, desde que se abortó la estrategia progresista de la primavera democrática de mediados del siglo anterior.