Boletín “Economía al día” 7/2021

Concentración del capital, industria farmacéutica y desigualdades en torno a la distribución de las vacunas contra el COVID-19

Autora: Lcda. Mara Luz Polanco


1. Características de las grandes empresas farmacéuticas: capital y poder

La desigualdad es una característica del sistema de producción capitalista. Está presente en el acceso a los medios de producción, a las fuentes de trabajo y la riqueza generada. En la actualidad esa desigualdad se ha hecho más visible a partir de la situación creada por la pandemia del COVID-19 que sin duda afectó más a quienes viven en condiciones de pobreza, quienes trabajan en la economía informal, a las mujeres en el entorno del hogar, a las personas de la tercera edad desprotegidas por la seguridad social, a las pequeñas empresas, y en general, a los países dependientes con escasos recursos económicos y menos acceso a la tecnología.

La propagación de COVID-19 se vivió intensamente en todos los países, pues el virus no discriminó entre pobres y ricos, aunque se transmitió más rápidamente en las áreas urbanas y en las ciudades más pobladas o en aquellas más globalizadas o que estaban menos preparadas para responder con rapidez ante una situación tan inesperada. El número de personas contagiadas creció exponencialmente en todos los países, desbordando la capacidad de los hospitales y centros de salud, evidenciando en muchos casos la debilidad de los sistemas de salud pública, prácticamente privatizados durante el ascenso de la globalización neoliberal.

Sin embargo, la respuesta económico-financiera y de atención a la salud, fue especialmente diferente entre economías con altos y medianos o bajos niveles de ingreso. Mientras en Europa, Estados Unidos y China había más recursos disponibles, en varios países de América Latina y África, por ejemplo, la situación y la respuesta gubernamental implicó más dificultades institucionales, financieras y de logística. En algunos lugares de Ecuador, por ejemplo, la respuesta fue tardía o poco efectiva, y la cantidad de decesos fue tal que al empezar la pandemia se informó de cadáveres abandonados en la vía pública. En varios países europeos, que enfrentaron antes la propagación del virus, también se desbordó la red hospitalaria, pero la organización político-institucional, así como los recursos humanos y financieros públicos y privados fueron puestos al servicio del control de la pandemia.