El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales -IIES- de la Universidad de San Carlos de Guatemala, presenta a sus lectores la revista Economía 201 correspondiente al trimestre julio-septiembre del año 2014.
Contenido
El cambio climático y sus efectos en la economía guatemalteca, una aproximación. (I Parte)
Lic. Axel Ely Ruch Molina
INTRODUCCIÓN:
Existe en torno al cambio climático una discusión de si sus efectos tienen que ver con la actividad humana o sólo es un efecto natural. En Guatemala existen sectores que niegan rotundamente la vigencia del fenómeno a pesar de todos los efectos negativos que ha ocasionado, los cientos de miles de millones de quetzales en pérdidas y los cientos de miles de personas damnificadas y en riesgo que existen. Además que nuestro país es considerado el segundo más vulnerable en el mundo a los efectos negativos del cambio climático.
En este ensayo exponemos algunas actitudes respecto al problema que se toman por diversos sectores a nivel global y sus propuestas de solución, que los más reaccionarios tratan de ocultarlo porque piensan que aceptarlo les genera pérdida de ganancias y de poder, tal como lo manifiesta un amplio sector del Partido republicano en los Estados Unidos, o los sectores de derecha en Guatemala.
Territorios y gestión de riesgo a desastres.
Lic. Carlos Morales López
La toma de conciencia frente a lo que vivimos y ante lo que se avecina, marcado por las señales que podemos leer en el entorno, será el desafío que los seres de este momento histórico deberán enfrentar; para ello, sus armas seguirán siendo aquellas que les debe entregar la educación: capacidad de asumir la realidad, reflexionar críticamente sobre ella, decidir con autonomía intelectual y sustentado en valores, construidos social y democráticamente.
Ulrich Beck
La sociedad del riesgo.
En muchas partes del mundo los desastres naturales son más frecuentes y el costo de las pérdidas materiales y humanas es incalculable. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) los fenómenos climáticos extremos provocan cada vez más víctimas y daños, debido principalmente a las lluvias torrenciales, las crecidas, los fuertes vientos y las sequias prolongadas. Para dicha institución aproximadamente el 70% de los desastres naturales están relacionados con el clima, el doble que hace 20 años. El cambio Climático exige una responsabilidad global y generalizada, así como poner en marcha un sistema de gestión de desastres eficaz11. Según UNISDr2 el crecimiento acelerado de la población en lugares altamente expuestos a las amenazas naturales, la baja consideración de la variable riesgo de desastres en los procesos de planificación del desarrollo y la falta de incorporación de la reducción del riesgo a todas las escalas y sectores, están entre las principales causas subyacentes de los desastres. A la fecha existen dos criterios en búsqueda de tal objetivo: reducir las emisiones de gases que están causando el problema y adoptar medidas que permitan a las personas y a las comunidades hacer frente a los efectos del cambio climático3. En otras esferas a esto último se le ha llamado adaptación medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, esto se ha confundido con Gestión de Emergencias. Claro ambas son complementarias, pero, hay que adicionar los procesos de mitigación en la creación de resilencia por parte de los grupos humanos. Es apropiado mencionar que en un escenario de Cambio Climático los países receptores, en su mayoría países pobres, están irremediablemente condenados a sufrir los peores efectos. Por tal motivo la Gestión de riesgo pasó a ser parte importante en la agenda política y social de los Estados; Algunos lograron algo más que gestionar los riesgos y lograron hacer resilentes a las comunidades más vulnerables. Al respecto surgen varias dudas: ¿Cuáles han sido los criterios en la formulación de las políticas de Gestión de riesgos? y ¿Qué otros factores son importantes para el logro de estos objetivos?.
Los biocombustibles como una alternativa -Etanol y Biodiesel
Licda. Mónica Floridalma Hidalgo Motta
BIOCOMBUSTIBLES
ANTECEDENTES:
En el período de los años 1974-1981 con la crisis del petróleo se marca el comienzo de búsqueda de otras alternativas, en Guatemala surge la implementación de un marco legal sobre el tema biocombustibles en el año de 1985 según Decreto Ley 17-85 Ley del Alcohol Carburante en donde se permitía el uso de alcohol carburante con una especificación oficial de calidad para la mezcla de la gasolina con 5% de alcohol. En el año 2005 existió la Propuesta de Ley de la Oxigenación de los Combustibles.
En el año 2007 el Ministerio de Energía y Minas de Guatemala -MEM- estableció La Comisión Nacional de Biocombustibles como primer paso para definir una estrategia para el país en esta materia. También integraron esta comisión los ministerios de recursos Naturales, Economía, y Agricultura, Ganadería y Alimentación. Actualmente, Guatemala produce y exporta etanol y produce biodiesel.