La Deuda Pública como un placebo de los déficits fiscales
(A propósito del proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado 2022)
Autor: Edgar A. Marroquín López, director IIES
El gobierno, las autoridades fiscales del país y el Congreso de la República han convertido en una constante el hecho de presentar y aprobar presupuestos con fuertes gastos, insuficientes ingresos y constantes y crecientes déficits fiscales. Es evidente que en este proceso los intereses económicos y componendas políticas están atrás de esta vorágine.
Con pocas excepciones los gastos se presentan con características de ser en muchos casos superfluos, clientelares e insuficientes para satisfacer las crecientes demandas sociales en salud, educación, seguridad, justicia, combate a la hambruna y desnutrición infantil, reducción de la pobreza y pobreza extrema, entre otros. A esto debe agregarse la permanente opacidad y falta de transparencia del gasto, alimentadas fuertemente por la corrupción. Si bien la inversión pública es parte de los gastos, esta permanece estática en términos relativos, constituyéndose, a través del Listado Geográfico de Obras, en el principal botín para la mayoría de los diferentes actores políticos que participan en la negociación y aprobación presupuestaria, así como de los financistas de las campañas políticas. Con este actuar, el efecto multiplicador económico y social de la inversión pública se ve reducido a su mínima expresión.
Por el lado de los ingresos estos se presentan siempre insuficientes, justificando tal situación por diversas causas entre las que destacan la insuficiente recaudación tributaria, escasa o nula capacidad de generación de ingresos públicos por realización de actividades propias, así como por la misma y relativa elevada proporción del gasto público respectivo.