Boletín “Economía al día” 5/2021

Lo público, la inclusión y el bienestar de los necesitados

Autor: Lic. Carlos Morales López


El desempleo alcanzó su máximo nivel en Guatemala durante los años 2020 y 2021 como consecuencia de la actual pandemia y por alentadores que fueran los pronósticos sobre la actividad productiva para 2021, no fue posible alcanzar la ocupación de 2019. Los recursos financieros otorgados al sector empresarial buscaron impactar positivamente en el nivel de empleo y hasta el momento la información oficial que refleje este logro, no se ha hecho pública. Sucede lo mismo con la información sobre las condiciones de vida en los sectores urbano y rural. De igual manera no hay información que muestre como la pandemia, el desempleo y la falta de ingresos, entre otros, ha impactado en la vida de los guatemaltecos. Posiblemente desde lo público aún no se tiene la dimensión de este suceso histórico sobre el cual se reflexionará en el futuro, tal como ha sucedido con otras crisis que afectaron la economía mundial.

Desde el aparato gubernamental parece que el manejo de la pandemia se ha limitado al control de personas infectadas y al leve incremento de personas inmunizadas con la aplicación de vacunas. Pero hay un hecho alarmante y es que no se están considerando las secuelas en la población que ha superado la infección y que se ha visto diezmada físicamente al retomar sus actividades. Este es un hecho que estará presente cuando se vuelva a la “normalidad” porque al parecer estas secuelas tienen un carácter permanente en la vida de los ciudadanos. Además, se quiera reconocer o no, las desigualdades socioeconómicas existentes se incrementaron durante este período y como siempre golpean fuertemente a los sectores más vulnerables.

Las alarmas han sonado a nivel mundial y anuncian que difícilmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible se puedan alcanzar en la fecha estipulada, a menos que los estados rediseñen sus políticas en el corto plazo.