Seguridad Alimentaria y Nutricional y el Objetivo de Desarrollo
Sostenible (ODS) 2: Hambre Cero
Autora: Dra. Herlem Isol Reyes López
Una de las manifestaciones más visibles de la pobreza en el mundo es el hambre. Se estima que quienes la padecen conviven con una “sensación física incómoda o de dolor, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria” (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2024).
La incertidumbre que experimentan las personas que padecen el flagelo social del hambre, para disponer de alimentos y poder comer o no comer en el día, o saltarse una ración o quedarse sin comer durante uno o varios días, les encierra en un entorno adverso de malnutrición que pone en riesgo su salud, su bienestar y desarrollo, y su propia existencia.
Estudios realizados y experiencias de vida de la población resaltan que la falta de acceso y disponibilidad de alimentos adecuados en cantidad y calidad, la pobreza y los bajos salarios que condicionan la capacidad de compra de alimentos nutritivos, la educación y cultura alimentaria y nutricional inadecuada, y las limitaciones en el acceso al agua potable, saneamiento e higiene para el cuidado de la salud y el bienestar, constituyen algunos de los factores determinantes que conllevan a la inseguridad alimentaria y nutricional, privando a las personas del derecho a una alimentación adecuada para vivir una vida sana, activa y con bienestar (Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, 1999, pág. 2).