Boletín “Economía al día” 4/2022

A propósito de los oligarcas guatemaltecos

Autor: Jorge Murga Armas


Introducción

Los grandes empresarios guatemaltecos, organizados en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), defienden “el libre mercado”, “la competencia” y “el estado de derecho”. Afirman que sólo con el modelo económico liberal, basado en un mercado competitivo que promueva el libre juego de oportunidades para todos los individuos, puede haber el crecimiento económico necesario para lograr el desarrollo nacional. Para ello, desde hace mucho tiempo promueven políticas y proyectos liberales: privatización de tierras comunales, concesiones para la explotación de recursos naturales, firma de tratados y acuerdos comerciales, privatización de empresas estatales, en fin, ajustes estructurales que han achicado el Estado y consolidado el modelo económico y político neoliberal.

Fiel a las prescripciones del Consenso de Washington de principios de los noventa, su aparato ideológico y publicitario ha persuadido a importantes sectores de la población de que “el impulso al sector privado generará un crecimiento que llenará la copa de la economía y derramará sus beneficios al resto de la sociedad”. Tanto es así que una parte considerable de los micro, pequeños y medianos empresarios han llegado a asumir como propios la mentalidad y los proyectos de los grandes empresarios.

La cuestión que se plantea es saber hasta qué punto el discurso y las prácticas de los grandes empresarios se corresponden con la realidad.

1. Origen y lógica de la cultura empresarial guatemalteca

Aunque varios autores ven a la nueva generación de empresarios guatemaltecos como una élite modernizadora, y aunque sus corporaciones y grandes empresas participan con éxito en el mercado global, en Guatemala su lógica y prácticas económicas siguen respondiendo a los viejos hábitos coloniales: nacen y crecen gracias a la protección del Estado.