Laura Paola Batres Jiménez, Auxiliar de Investigación Científica II
Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) “Perspectivas de la economía mundial”, la economía mundial está enfrentándose a grandes retos por los efectos de la invasión rusa en Ucrania, la crisis del coste de la vida causada por las persistentes y crecientes presiones inflacionistas y la desaceleración de China. Según las últimas previsiones, el crecimiento mundial se mantendrá sin cambios en 2022, en el 3,2%, y disminuirá al 2,7% en 2023.
Por lo anterior, el FMI prevé que más de un tercio de la economía mundial se contraerá este año o el próximo, mientras que las tres mayores economías (Estados Unidos, la Unión Europea y China) seguirán estancadas. En resumen, lo peor está por llegar, y para muchas personas 2023 se sentirá como una recesión.
Asimismo, la invasión rusa en Ucrania sigue desestabilizando poderosamente la economía mundial. Más allá de la destrucción y la pérdida de vidas y medios de subsistencia ha provocado una grave crisis energética en Europa que está aumentando considerablemente el coste de la vida y dificultando la actividad económica, como la subida de los precios de los alimentos en los mercados mundiales, especialmente en los países de bajos ingresos.